jueves, 4 de julio de 2013

Las diferencias entre el hombre y la mujer existen para que se complementen


 A lo largo de la historia podemos ver el camino que ha seguido el lugar que ocupo la mujer en la sociedad.Hasta no hace mucho tiempo, la mujer era relegada solo a las tareas domesticas, solo unas pocas podían llegar a ser profesionales, y gracias a las mas tenaces, hoy podemos decir que hemos avanzado(medianamente) por lo menos en occidente, con respecto a nuestros derechos..

Aun así, todavía luchamos por desnaturalizar la imagen de la mujer como “ama de casa”.Actualmente hemos avanzados en lo que respecta a ámbitos políticos, laborales y culturales, pero este avance recién comienza. Y aun así, ya genera síntomas de crisis; síntomas que se corresponden a grandes cambios: el gran cambio del concepto de familia.

Todo a nuestro alrededor avanza a pasos agigantados, por lo que es lógico que algunos conceptos sociales cambien de acuerdo a la nueva sociedad que esta surgiendo.
Por supuesto, que acostumbrados a pensar en una familia con la imagen del jefe de la misma, la mujer y sus niños supeditados a su autoridad, es casi impertinente, permitirse pensar en otro concepto de familia.
Pero las cosas cambiaron, las mujeres trabajamos, los hombres cambian pañales, se turnan en la cocina, en el baño de los niños…etc. Eso dentro de una familia” tipo ”, también existen “otras” , no menos importantes, nietos que son criados por los abuelos, “los tuyos, los míos, los nuestros”, los matrimonios igualitarios…etc.
Es por eso que considero que ya no se trata de saber si los cambios de roles femeninos tradicionales, hacen bien o mal a la familia, si me parece importante saber si somos buenos seres humanos.
Cuando comencemos a pensarnos como tales, sin distinciones, podremos avanzar como una sociedad sana.
La violencia no es propia de un genero, es la herramienta de un ser humano incapaz de aceptar al otro tal cual es, e incapaz de canalizar sus propias frustraciones.
Ser limpio y ordenado tampoco pertenece a cierto género, es el hábito que nos permite vivir en un ámbito agradable para desarrollarnos.


La fuerza muscular…tradicionalmente a los hombres se los encasilla en el “sexo fuerte”, pero la fuerza ejercida durante el parto pertenece al “sexo debil…”
Las diferencias entre el hombre y la mujer existen para que se complementen, no para que sean sometidos.
Se puede trabajar, estudiar, criar hijos, sostener una pareja y atender las necesidades personales, es cuestión de decisión, responsabilidad para con nosotros y los demás y coraje.
Somos parte de un TODO, encajamos como piezas de un rompecabezas en ese todo, y para que el encastre de las piezas sea perfecto se necesita respeto, tolerancia, y por sobre todo AMOR, pero no del romántico, AMOR A LA HUMANIDAD


Articulo, gentileza de Cristina Palacios